El 2025 consolidó a la CONMEBOL como protagonista de una etapa excepcional en la historia del fútbol sudamericano, impulsada por avances inéditos y cifras que ejemplifican una transformación profunda. Uno de los principales logros se centra en la Copa Libertadores, que alcanzó un récord histórico al distribuir entre sus participantes un total de USD 209 millones, cifra que representa un crecimiento del 401% respecto a los USD 52,2 millones otorgados en 2015. Este salto, de acuerdo con los datos de la casa madre, refleja tanto la consolidación económica del torneo como el entusiasmo de los aficionados, cuyos niveles de asistencia también marcaron un máximo en los estadios.
Entre los clubes más beneficiados por este auge, Flamengo se consagró campeón y recibió USD 33.240.000, seguido por Palmeiras, subcampeón, con USD 17.230.000; mientras que Racing Club y Liga de Quito, semifinalistas, obtuvieron USD 9.570.000 y USD 9.240.000 respectivamente, de acuerdo con la entrega de premios estipulada por el avance en el torneo. Este fenómeno no solo marcó un punto de inflexión en el plano económico, sino que fortaleció el atractivo competitivo de la Libertadores.
La dinámica expansiva se extendió también a la CONMEBOL Sudamericana, que en su edición 2025 estableció un tope jamás registrado en premios, con USD 78.775.000 repartidos entre los clubes participantes. En este contexto, Lanús logró el título y percibió USD 9.845.000, mientras que Atlético Mineiro sumó USD 5.730.000 como subcampeón. Otras instituciones destacadas en el reparto fueron Once Caldas (USD 3.385.000) y Fluminense (USD 2.660.000), consolidando a este certamen como una competencia en expansión en el continente.
El fortalecimiento institucional tuvo además un correlato en el impulso al fútbol femenino, con la realización de la Copa América Femenina y la inauguración de la primera Liga de Naciones Femenina, consideradas por la Confederación Sudamericana de Fútbol como iniciativas clave para el desarrollo deportivo, la igualdad de oportunidades y la construcción de una nueva cultura de competencia en la región.
Por otra parte, el año estuvo signado por la exhibición global de las hinchadas sudamericanas en el Mundial de Clubes, que volvieron a demostrar su impacto e identidad ante el mundo. La supremacía deportiva se reafirmó con Brasil logrando el campeonato mundial tanto en el futsal femenino como en el fútbol playa, mostrando la fortaleza del continente en distintas modalidades.
El reconocimiento internacional se trasladó a Paraguay, que sirvió de sede para el Congreso de la FIFA y acogió la apertura del Complejo CONMEBOL SUMA, un proyecto emblemático que apunta al desarrollo social y la proyección a futuro del fútbol regional.
En materia de comunicación y relaciones públicas, la apertura de la cuenta del presidente Alejandro Domínguez en TikTok generó nuevos espacios de contacto con los aficionados, incentivando el diálogo y la promoción de los valores del fútbol sudamericano en un formato cercano y accesible. Estos hitos reflejan una gestión orientada al crecimiento, la inclusión y la transparencia institucional.
