La eliminación del Inter de Milán en los octavos de final del Mundial de Clubes ante el Fluminense profundizó la crisis interna del equipo. Después de una campaña irregular, marcada también por la reciente final perdida en la Champions League frente al PSG, las declaraciones de Lautaro Martínez tras la caída en el torneo internacional encendieron la polémica dentro del vestuario.
El capitán argentino no ocultó su malestar luego de la derrota por 2-0 ante el equipo de Río de Janeiro y apuntó contra los jugadores que no quieren estar en el plantel: “Quiero luchar por los grandes títulos. Quienes quieran quedarse en el Inter, bien, lucharemos. Quienes no quieran quedarse, que se vayan. Necesitamos jugadores que quieran estar acá. Llevamos una camiseta importante. Necesitamos la mejor mentalidad; si no, por favor, váyanse“. Lautaro remarcó que, como líder del grupo, su mensaje era claro y recurrió al entrenador como primera referencia, pero insistió en que “vi muchas cosas que no me gustaron”.
Sus palabras encontraron eco en la conducción del club. El presidente Giuseppe Moratta avaló el reclamo del delantero y vinculó el mensaje a la situación que atraviesa el jugador Hakan Calhanoglu. “Lautaro como capitán subrayó algunos supuestos y algunas verdades y es que se refería a un concepto que yo siempre digo y es que cuando un jugador ya no quiere estar en un equipo lo correcto es que se vaya. Ahora no hay nadie que haya manifestado concretamente esta intención. Es evidente que tal vez se refería a la situación de Calhanoglu que se definirá. Así de pronto”, señaló Moratta en una entrevista con DAZN.
Además, el titular del Neroazzurro aseguró que el club dialogará con el futbolista turco, defendiendo la idea de que la exigencia de compromiso es compartida por la dirigencia: “Este llamamiento de Lautaro yo diría que es absolutamente compartido por el club porque este debe ser el espíritu ganador que nos puede llevar lejos. Calhanoglu no nos lo ha anunciado, pero estamos dispuestos a escucharle, como todos los demás”, concluyó Moratta en la entrevista post eliminación del Mundial de Clubes.
Acto seguido, el que alzó la voz fue Calhanoglu, quien eligió las redes sociales para responder al señalamiento, sin mencionar directamente a Lautaro Martínez. “Palabras que dividen, no unen. La historia recordará a quienes se mantuvieron en pie, no a quienes alzaron la voz. ¿Y el futuro? Ya veremos. Nunca dije que no era feliz aquí, nunca traicioné esta camiseta”, escribió el mediocampista en una publicación que subió en tres idiomas para sus seguidores (en inglés, italiano y turco).
El volante del Inter de 31 años, que llegó al club en la temporada 2021-2022, viajó con el equipo a Estados Unidos, pero padeció una lesión dejó la concentración. En los últimos días, el turco publicó fotos familiares durante sus vacaciones mientras el resto del plantel fue a Norteamérica a disputar el máximo certamen de clubes organizado por la FIFA.
En su discurso publicado en Instagram, Calhanoglu explicó los motivos de su ausencia en la definición del Mundial de Clubes.“Quería estar cerca del grupo, para darles mi apoyo. Desafortunadamente, durante un entrenamiento en Estados Unidos, sufrí otra lesión en una zona diferente. El diagnóstico fue claro: una rotura muscular. Por eso no pude jugar”, afirmó en un extenso descargo. El ex jugador del Milan aseguró que su compromiso con el club permanece intacto y que “nunca he traicionado esta camiseta”.
En medio del conflicto interno, el respaldo al mediocampista llegó desde su familia. Sinem, esposa de Calhanoglu, publicó en Instagram un mensaje alusivo a lo sucedido: “Algunas personas no son leales contigo. Son leales a su necesidad de ti. Cuando sus necesidades cambian, también cambia su lealtad. No te arrepientas de tener buen corazón, Hakan. Todo lo bueno regresa y se multiplica”.
En medio de la renovación del equipo tras la salida de Simone Inzaghi luego de la goleada que sufrió el Inter ante Paris Saint Germain en la definición de la Champions, sumado a la llegada de Chivu como nuevo DT, estalló la interna en el vestuario. ¿Cuál será el próximo capítulo tras los dichos de los protagonistas?
El comunicado de Hakan Calhanoglu:
Tras la lesión sufrida en la final de la Champions League, decidimos irnos a Estados Unidos de todos modos. Estar allí, incluso sin pisar el campo, era importante para mí. Quería estar cerca del grupo, para darles mi apoyo. Desafortunadamente, durante un entrenamiento en Estados Unidos, sufrí otra lesión en una zona diferente. El diagnóstico fue claro: una rotura muscular. Por eso no pude jugar. No hay nada más. No hay antecedentes. Ayer perdimos. Y duele. Lo viví con tristeza, no solo como futbolista, sino como una persona que realmente se preocupa por este equipo. A pesar de la lesión, inmediatamente después del pitido final llamé a algunos compañeros para mostrarles mi apoyo. Porque cuando te importa, eso es lo que haces. Sin embargo, lo que más me impactó fueron las palabras que salieron después. Palabras duras. Palabras que dividen, no unen.
A lo largo de mi carrera, nunca he buscado excusas. Siempre he asumido mis responsabilidades. Y en los momentos difíciles siempre he intentado ser un referente. No con palabras, sino con hechos. Respeto todas las opiniones, incluso la de un compañero, incluso la del presidente. Pero el respeto no puede ser unidireccional. Siempre lo he demostrado, dentro y fuera del campo. Y creo que en el fútbol, como en la vida, la verdadera fuerza reside en saber respetarnos mutuamente, especialmente en los momentos más delicados. Nunca he traicionado esta camiseta. Nunca he dicho que no fuera feliz en el Inter. En el pasado he recibido ofertas, incluso muy importantes, pero elegí quedarme. Porque sé lo que representa esta camiseta. Y pensé que mis decisiones hablaban por sí solas. Tuve el honor de ser capitán de mi selección nacional y aprendí que el verdadero líder es el que permanece al lado de sus compañeros, no el que busca culpables cuando es más fácil hacerlo. Amo este deporte. Amo este club. Y amo estos colores. Por lo que lo he dado todo cada día. ¿Y el futuro? Ya veremos. Pero la historia siempre recordará quién se mantuvo en pie. No quién alzó la voz con más fuerza.