El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto oficializó un nuevo mecanismo de selección de candidaturas nacionales para órganos de tratados de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del Sistema Interamericano de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. Esta medida busca “garantizar la idoneidad técnica, la independencia y una representación equitativa de la población”.
La decisión, publicada en la Resolución 143/2025, deja sin efecto el sistema anterior que obedecía a una recomendación que el país recibió durante un período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2017. Según repasa el texto de la reciente normativa, el mecanismo debería “adoptar un sistema de concurso de méritos abierto para la selección de candidatos nacionales a las elecciones de órganos de tratados de las Naciones Unidas”.
A raíz de ese compromiso internacional, el Ministerio había promulgado en 2023 una decisión inicial comprendida en la Resolución N° 20/23, ahora derogada para dar lugar al nuevo mecanismo que abarca candidaturas tanto para organismos de la ONU como para los del sistema regional, consolidando un único instrumento de aplicación.
La resolución subraya que el proceso de selección se basará en principios de transparencia, celeridad y búsqueda de excelencia técnica, asegurando que puedan acceder a los concursos personas con probada experiencia en derechos humanos, independencia y compromiso ético. De esta manera, promoverán una elección “eficiente, equitativa y alineada con su misión global”.
Estos cambios se dan a pesar de que el Gobierno meses atrás analizaba la posibilidad de retirar al país del Consejo de Derechos Humanos, un organismo intergubernamental de la ONU que tiene por objetivo fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo.
EL presidente Javier Milei en reiteradas ocasiones expresó fuertes críticas contra el foro internacional, durante una asamblea convocada por el Consejo en febrero de este año, para abordar las violaciones a los derechos humanos en Congo, África.
Respecto a las actualizaciones publicadas en la madrugada de este martes en el Boletín Oficial, la autoridad de aplicación y coordinación del procedimiento queda en manos de la Dirección de Derechos Humanos, dependiente de la Secretaría de Culto y Civilización del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Entre otros puntos, la resolución responde a la necesidad de adaptación a nuevas demandas internacionales y a la dinámica de los procesos multilaterales. El documento, firmado por el ministro Gerardo Werthein, enfatiza la importancia de que la Argentina integre con candidatos idóneos los espacios de decisión relevantes para la protección y promoción de los derechos humanos.
El alcance de la medida llega hasta organismos internacionales y regionales, como el Comité contra la Tortura, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Comité de Derechos Humanos de la ONU entre otros, que integran una larga lista detallada en el Anexo de la Resolución.
Como parte del proceso se espera que el primer paso sea identificar una vacante relevante para la Argentina. Antes de avanzar con una candidatura, se evalúa la importancia estratégica del puesto y la posibilidad de que el país obtenga votos que no impliquen perder posiciones en otros cargos de interés nacional. Para avanzar, la propuesta debe contar con el visto bueno de la cartera de Relaciones Exteriores.
Ciertos aspectos son tenidos especialmente en cuenta en la selección: la competencia reconocida en la materia, la experiencia profesional demostrable, el compromiso con los estándares internacionales de derechos humanos y de la Constitución Nacional, la disponibilidad efectiva para desempeñar el cargo, y la formación académica adecuada.
Las primeras críticas del mandatario ocurrieron durante su primera participación ante la Asamblea General, en septiembre del año pasado, y posteriormente se encargó de reforzarlo. Según denunció, el organismo perdió de vista sus principios fundacionales para transformarse en un espacio que busca “imponer una agenda ideológica global”.
“La Organización de Naciones Unidas nace del horror de la guerra más cruenta de la historia global, con el objetivo principal de que nunca volviera a ocurrir”, señaló al comienzo de su discurso. Aunque acto seguido apuntó: “En algún momento, esta organización dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar”.