“Lo único que no podemos hacer ahora es regalarle a los libertarios un triunfo llamando a una sesión sin quórum”. Este jueves el gobierno nacional sufrió un duro golpe en el Senado con la aprobación del aumento jubilatorio, la restitución de la moratoria, la declaración de emergencia en discapacidad y la media sanción de los proyectos impulsados por los gobernadores para garantizar más fondos para las provincias. Sin embargo, los diferentes bloques de la oposición ahora definen una estrategia parlamentaria en la Cámara de Diputados para capitalizar la debilidad política de los libertarios y avanzar con su propia agenda.
A principios de esta semana el peronismo, los dialoguistas y la izquierda lograron dictaminar proyectos para aumentar el financiamiento universitario y declarar la emergencia en pediatría, a raíz de la crisis en el Hospital Garrahan. Si bien algunos barajaban la posibilidad de convocar a una sesión para la semana que viene -antes del receso informal de invierno-, otros reconocían que lo mejor sería esperar hasta agosto por miedo a las ausencias y por el conflicto de controladores y pilotos que podría afectar los vuelos desde las provincias.
Sin embargo, la victoria opositora en el Senado generó un cimbronazo que cambió el escenario. En principio, el presidente Javier Milei ya anunció que vetará el aumento jubilatorio y la emergencia en discapacidad. Esos vetos volverán al Congreso y la oposición insistirá con los proyectos originales. Además, la semana que viene también llegarán a Diputados los proyectos patrocinados por los gobernadores: uno establece el giro automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que el Gobierno retiene y el otro elimina fondos fiduciarios y modifica la lógica del impuesto a los combustibles para redistribuirlos entre las provincias.
La disyuntiva opositora gira en cómo agrupar los temas y en negociar con los gobernadores para avanzar con una agenda mutuamente beneficiosa. Ante la consulta de Infobae, un diputado peronista planteó que el camino más directo para lograr una sesión exitosa es unificar en un mismo temario universidades, Garrahan y un emplazamiento para los proyectos de los gobernadores.
“No veo que haya dos tercios para tratar esos proyectos sin dictamen, por lo tanto van a ser necesarias dos sesiones: una para emplazar a la comisión de Presupuesto que controla José Luis Espert y obligarlo a dictaminar, y otra sesión para sancionar la ley”, detalló.
Según esta visión, “sumar a los gobernadores” sería la opción más lógica que permitiría un triunfo con universidades y Garrahan. Sin embargo, en la sesión del Senado varios mandatarios provinciales intentaron despegarse de la “agenda del kirchnerismo”. De hecho, propusieron sin éxito reordenar el temario para tratar primero sus proyectos y no acompañar el resto. Pero anticipando esta posibilidad el peronismo impuso el tratamiento prioritario de las jubilaciones bajo la amenaza implícita de no aprobar las iniciativas de los gobernadores si no colaboraban.
“En el Senado no se querían mezclar los temas pero no hubo forma de hacer dos sesiones o dividir el temario. Esa dinámica parlamentaria es más difícil de coordinar para los gobernadores”, explicaron cerca de un mandatario que el jueves ayudó con el quórum pero luego hizo que sus senadores se abstengan a la hora de votar el aumento jubilatorio.
Otra posibilidad sería sumar a todos esos temas el rechazo a los vetos presidenciales. Aunque aún no está claro qué hará Milei. En principio el Poder Ejecutivo tiene díez días hábiles para vetar las leyes jubilatorias de forma total o parcial. Pero los tiempos no están tan claros dado que desde la Casa Rosada aseguraron que la sesión fue inválida y amenazaron con judicializar la cuestión.
La principal incógnita por estas horas es qué tan a fondo están dispuestos a ir los gobernadores contra la Casa Rosada después del golpe que dieron en el Senado. “Los gobernadores tienen la decisión de avanzar con sus proyectos pero despegados de los vetos”, explicó un operador a Infobae. En ese sentido, reconocieron que esperaban un acercamiento del Gobierno, especialmente con los mandatarios que “dieron señales” en el Senado, por ejemplo con abstenciones o ausencias.
Un importante diputado dialoguista aseguró a este medio que ya habló con algunos mandatarios provinciales pero advirtió que no percibió una estrategia unificada. “Uno me dijo que hay que avanzar a fondo, otro que hay que esperar a ver si lo llaman y otro que hay que avanzar pero sin exponerse. Primero hay que ver cómo quien jugar ellos, sin esa base todo lo demás no importa”, explicó.
En las filas peronistas también recomendaron actuar con cautela. “La ‘debilidad’ del oficialismo en el Senado se fue construyendo. Laburamos dos meses para poder meter una piña. Primero dando media sanción a los proyectos de jubilaciones, después los gobernadores avanzando por su lado. No hay que apurarse”.
En gran medida todo dependerá de la actitud que adopte la Casa Rosada, que podría desactivar las amenazas más inmediatas que asoman en el Congreso si logra recomponer el vínculo con las provincias.