“Nos convenía que se levante la sesión”, dijo ayer por la tarde, off the record, un referente violeta, poco después de que la polémica en el recinto de Diputados obligara a que se levante una sesión que el Gobierno había querido evitar, infructuosamente. Y por la noche, un altísimo funcionario deslizó, irónicamente, que le había parecido “muy raro” lo ocurrido. “Nosotros queríamos debatir muchos temas, no nos dejaron”, dijo, con una media sonrisa.

Algunos dirigentes, también fuera de micrófono, lamentaron “la imagen que proyecta el país” con sesiones polémicas como la de hoy, donde se escucharon insultos como “cagón y psicópata”. Pero, por lo bajo, en el Gobierno no disimularon la satisfacción que se sintió en los despachos oficiales por la caída de una sesión incómoda para Javier Milei. “Si sucede, conviene”, agregó una voz autorizada del oficialismo.

En LLA se vieron beneficiados en dos aspectos. Principalmente, porque los gritos e insultos iniciados por ocho diputadas del bloque K contra José Luis Espert dieron la excusa para frenar el debate de dos proyectos que, según adelantan, el Presidente vetaría sin dudarlo. Tanto el de emergencia pediátrica en el hospital Garrahan como el de financiamiento universitario, según el Gobierno, pondrían en riesgo el equilibrio fiscal que procura resguardar Milei.

De hecho, la jornada legislativa arrancó con una fuerte sensación de decepción en La Libertad Avanza, que se vio obligada a debatir con la oposición en el recinto esos dos proyectos que incomodan al Gobierno.

Sin embargo, remarcaban que “ellos”, por los kirchneristas de la bancada de Unión por la Patria (UP), tampoco estaban interesados en que prosperara la discusión. “No querían tratar la baja de retenciones ni el juicio por jurado”, contraatacaron desde el oficialismo. “Fueron 8 diputadas, todas a insultar a Espert. Ellos ya tenían resuelto levantarse, después ejecutaron”, sostuvieron los violetas.

Aunque la oposición pudo avanzar con dos temas espinosos para la Casa Rosada -al final se aprobaron dos emplazamientos-, en el oficialismo creen que fue “el mal menor”. Podría haber sido peor, evaluaron, luego de largas horas de tensa atención al desarrollo del debate en el Congreso.

El otro factor que favoreció anoche al Gobierno fue electoral. Milei lo dejó en claro, cuando salió rápidamente a capitalizar los cruces. El Presidente, en forma directa, relacionó el vergonzoso desenlace de la sesión con las elecciones en la provincia de Buenos Aires. «En octubre podemos terminar con ese castigo social sobre los argentinos de bien llamado kirchnerismo”, dijo. Y replicó el tuit de su futuro candidato a diputado nacional, José Luis Espert, eje de las críticas de las diputadas del bloque K, Florencia Carignano y Paula Penacca.

Había enojo con Espert en el kirchnerismo, no sólo porque como presidente de la Comisión de Presupuesto bloqueó el tratamiento de los proyectos que apuntan a asegurar los fondos hospitalarios y universitarios. También porque vienen de un fuerte malestar por los insultos fuera de lugar que le propinó hace dos semanas el economista a Florencia, la hija de Cristina Kirchner.

Hubo varios cruces entre diputados durante la sesión (NA)

La tensión venía desde antes. En la primera sesión post-detención de CFK, los kirchneristas aprovecharon para intercalar vehementes críticas por la situación económica con temas diversos, como acusaciones contra legislador Gerardo Milman por su supuesta participación en el atentado contra la ex mandataria en 2022.

Envalentonado contra UxP, el Presidente omitió mencionar que la diputada Juliana Santillán se prestó al show político en la discusión elevadísima de tono que se desató ayer. De hecho, la diputada provincial tuvo mayor protagonismo que Espert en los videos que circularon en redes, defendiendo al futuro candidato de LLA en octubre. “No nos van a llevar por delante”, publicó después la dirigente marplatense en sus redes sociales, junto al video que había republicado el Presidente. También su par de la bancada violeta Lilia Lemoine tuvo sus momentos de centralidad con insultos.